No digas nunca que es por mi aspecto, mi sonrisa, mi melodia de mi voz o por mi dulce carácter que concuerda contigo o que aquel dia hizo que nos sintiéramos felices...
Porque, amor mio, todas esas cosas pueden cambiar, y hasta el amor se muere.
No me quieras tampoco por las lágrimas que piadosamente limpias de mi rostro.
¡Porque puedo olvidarme de llorar, gracias a ti y perder tu amor!
Por amor de mi amor, quiero que me ames, para que habite en el cielo eternamente